Es una receta que la abuela hacía desde que éramos niños, te invito a conocerla
Los Mochis, Sin.- Llegó noviembre y ya se siente que la temperatura está bajando poco a poco, sin embargo los más afectados en la época de invierno son los menores de edad o los adultos mayores.
La buena noticia es que nunca falta el remedio casero que siempre nos saca de apuros. Es aquí cuando viene a mi mente la época en la que mi abuelita hacía un té con hojas de distintos árboles frutales, en combinación con cebolla, azúcar y el toque secreto.
Fue hace un par de años atrás cuando reviví esta historia. Una de las niñas de la familia comenzó con un poco de gripa, lo que posteriormente se convirtió en tos. Fuimos al mercado y decidimos comprar una cebolla morada, que hervida y bañada en azúcar era el remedio más efectivo para ayudar a combatir la enfermedad.
Pasaron un par de días y una simple tos ahora sonaba como algo más grave. Los ojos de la niña estaban completamente rojos, sus lágrimas corrían por las mejillas y lo que es peor no había podido dormir durante la noche. Después de escuchar el sonido de la pequeña tomé la decisión de llevarla al médico.
La abuelita comentó que no era necesario y que un día más con el jarabe casero haría efecto de una noche a otra. A la mañana siguiente todo seguía igual fue entonces que tomé el teléfono y decidí hacer una cita con el médico.
Al llegar entramos la pequeña, su abuelita y yo. Al examinarla el doctor comentó que estaba muy afectada y que sus pulmones corrían peligro. Fue que decidí preguntar de la efectividad del remedio casero y le dije : ¿el té de cebolla con azúcar quita la tos? Y con una gran sonrisa me dijo que no; pareciera que la abuelita se había incomodado y argumentó que su receta había sanado a todos sus nietos.
El médico trató de explicar amablemente la situación pero al ver que la abuelita no entendía, el doctor hizo una serie de cuestionamientos: ¿usted es médico? ¿ha estudiado medicina en alguna escuela? ¿conoce las posibles reacciones o efectos secundarios de una alergia?
Muy amablemente el doctor nos explicó que la niña tenía “bronquitis” y de haber esperado un poco más la situación pudo haberse convertido en algo muy grave. También nos dijo que muchas personas confían en los remedios caseros, pero nos enseñó la importancia de que un experto nos examine porque de ello podría depender la salud del afectado.
Salimos del consultorio y aunque la abuelita continua dando el té de cebolla a sus nietos, la regla es que al segundo día de tos los menores deben visitar al médico.
