Por la Licenciada en Nutrición Nayibé Meza
Hola amigos esta semana les quiero hablar acerca de los trastornos de la conducta alimentaria conocidos como los TCA que de acuerdo a su definición hace referencia a una persistente alteración del comportamiento o conducta alimentaria destinados al control del peso que significativamente perjudica la salud física y el funcionamiento psicosocial.
Hay un sinfín de trastornos de la conducta alimenticia por mencionar los más frecuentes está la anorexia nerviosa: en la cual hay una perdida mayor al 15 por ciento de nuestro peso, una distorsión de la imagen y una negativa a mantener un peso saludable por temor a subir de peso y también presentan amenorrea que es ausencia del ciclo menstrual. Otro trastorno frecuente es la bulimia nerviosa en la cual va a ver episodios de atracones consecutivos y posteriormente conductas purgativas, así como también obsesión por su silueta e intentos recurrentes a bajar de peso.
Y también existen los trastornos no especificados de la conducta alimentaria éstos son: ingesta por atracones en los cuales hay dos o más atracones por semana, en un período mayor a 6 meses. Ingesta compulsiva: Episodios de compulsión alimentaria periódicos y recurrentes por un período mayor a 6 meses. Picoteo: Necesidad de comer pequeños trozos de alimentos, habitualmente carbohidratos así como sentimientos de culpa posteriores a la ingesta. Vigorexia: Necesidad de tener musculatura aumentada para mejorar su aspecto físico, las personas hacen ejercicio en exceso y utilizan anabólicos, suplementos y otras sustancias que el paciente cree que aumentan masa muscular. Y por último la ortorexia: aquí existe una preocupación excesiva por comer sano el paciente se la pasa pensando tres horas diarias o más en la dieta adecuada y hay mayor preocupación por la calidad de los alimentos que por el placer (comen a reglamento, “lo que debe ser”).
Quiero comentarles que hablar de los TCA es un tema muy complicado y difícil debido a todo el proceso que conlleva tanto de profesionales de salud, como de la familia y obviamente del propio paciente, es por eso que no profundizaré en cada uno de ellos, lo importante es tener en cuenta que son enfermedades de origen psicológico y secundariamente trastornos alimentarios.
En el terreno psicológico se entiende que los trastornos alimenticios son síntomas de asuntos subyacentes relacionados con conflictos emocionales. La alimentación trastornada constituye para quienes la presentan formas de nutrirse o protegerse, de expresar ira, de autocastigarse, apaciguar tensiones insoportables y distanciarse de situaciones dolorosas.
En cuanto al enfoque nutricional es importante tanto la normalización del peso como el aprendizaje de hábitos de alimentación adecuada con el fin de prevenir futuras recaídas.
En esta ocasión mi recomendación es llevar una alimentación saludable y realizar al menos una comida en casa al día con la familia, facilitar la comunicación y mejorar la autoestima, evitar que las conversaciones familiares giren compulsivamente sobre la alimentación y la imagen y evitar bromas y desaprobaciones sobre el cuerpo, el peso o la forma de comer de los/as niños/as y adolescentes, todas las antes mencionadas son acciones que de principio debemos realizar.
Cabe aclarar que cada paciente requiere una atención personalizada dependiendo el trastorno que esté padeciendo y es muy importante acudir con profesionales de la salud.
