Después de esa fiesta su vida nunca más sería la misma
Ciudad de México.- Eran las 8 de la noche y el celular comenzó a sonar, cuando revisó se dio cuenta que era Alejandra, la niña de sus sueños, con la que siempre había querido salir.
Sin demorar un segundo más tomó la llamada y recibió una invitación para salir a una fiesta. Un cielo cubierto de estrellas y con a penas 28 años cumplidos, Roberto decidió acudir a la cita tan esperada.
El lugar, ubicado en una zona un poco apartada de la ciudad de México, en donde sólo algunos tienen acceso. La música sonaba sin parar, cientos de jóvenes bailaban bajo el destello de las luces de todo el lugar, y a un costado de la pista, en el rincón azul estaba Alejandra.
Su sonrisa se iluminó y una botella de Champagne Gold, que incluía láminas de oro de 24 kilates, ofrecía un recibimiento de cumpleaños que nunca hubiera esperado. El movimiento del cabello de Alejandra dejaba a Roberto sin palabras y cada vez estaba más y más nervioso.
Una copa, una canción, un beso, un ojito medio cerrado indicando un leve coqueteo entre ambos, provocaba que el tiempo se pasara volando. De repente dieron las 4 de la mañana y Alejandra se sintió un poco mal, un dolor de estómago la obligó a abandonar el antro.
Pagaron la cuenta y decidieron ir al departamento, un lugar cercano a Bosques de Las Lomas. Subieron al elevador y entraron a la sala. Al abrir las cortinas Roberto se dio cuenta que se podía observar gran parte de la Ciudad de México.
Alejandra quiso tomar un baño de agua caliente y le pidió a Roberto que por favor le llevara una toalla. Al estar cerca de ella no pudo resistirlo y un suspiro delató lo que él trataba de ocultar.
Alejandra lo tomó de la mano y Roberto vivió la experiencia más grande de su vida. Tenía entre sus brazos a la mujer que nunca había imaginado conquistar. Llegada la mañana los destellos del sol comenzaron a indicar que era la hora de levantarse.
Curiosamente Alejandra no estaba en la cama, tampoco en la cocina, Roberto fue a buscarla al baño y al revisar el apartamento sólo encontró una nota en la mesa de la entrada.
Roberto: Nunca olvidaré la noche tan hermosa que vivimos. A partir de hoy tu vida jamás será igual. Hace un par de meses salí con un chico y viví la misma experiencia. Me dejó una nota en este mismo lugar.
Al abrirla decía lo siguiente: debajo del tapete de la entrada está la llave de esta suite. Cada vez que quieras venir serás bienvenida. Sólo recuerda que el costo del placer a veces puede ser muy alto.
Médicamente está comprobado que porto el virus del VIH y decidí que la vida es muy corta, que hay que vivirla y que sin importar las consecuencias podemos disfrutar de lo que queremos en el momento que lo anhelamos.
Bienvenida. Hoy lo mismo te digo a ti. Carlos bienvenido al Club del Sida.
Esta historia no es real, pero pareciera que es necesario abrir los ojos de los jóvenes, debido al incremento en el número de personas que han resultado infectadas con VIH.
Mañana, 1 de diciembre se celebra el día mundial del Sida y creo que vale la pena reflexionar en todos aquellos que están luchando contra este mal; a pesar de que no hay cura, las grandes empresas internacionales continúan desarrollando cientos de pruebas en busca de erradicar el virus.
Existen muchos casos de personas que son inocentes de haber contraído la enfermedad. Bebés de personas que durante el embarazo resultaron infectadas hoy enfrentan un gran reto por vivir.
No debería existir discriminación a ningún ser humano por haber sido contagiado de VIH, sin embargo las estadísticas de salud indican que cada día son más las personas que están siendo contagiadas y pareciera que los jóvenes no tienen cuidado alguno.
La historia de Roberto no es real, pero existen muchas otras anécdotas de personas que fueron infectadas porque alguien les dijo que no se protegieran.
